Aiins, en fin. No sé quien soy yo para irme por ahí al salón manga, lugar frecuentado por todos los freakis (la imagen de abajo lo describe a la perfección) de Murcia y de algún pueblo o región cercana. Fui hace dos años y desde luego, mis estadísticas quedaron muy por encima de lo que en realidad era el Salón en cuestión.
Era un sitio muy pequeño para tanta cantidad de gente con espadas, cuchillos (falsos ambos) que en un descuido te pueden hacer bastante daño, o por lo menos, generar una buena bronca, que sin duda sería de lo más interesante para la gente que pase por allí. No es que esté en contra de las manifestaciones de fanatismo, yo sin ir más lejos iría a cualquier cosa de Harry Potter que hubiera en la ciudad, siempre y cuando sea en buenas condiciones.
Aparte, hablemos del precios. Dios mío, seis euros en nuestros tiempos dan para mucho, y mucha gente mataría por ellos. Me parece que también hay que pagar por las actividades de maquillaje y demás que se celebran dentro del recinto.
Aún así, con todas estas pegas iré. Más que nada por obligación, y, aprovecharé para vestirme de Slash, ya que es una ocasión para vestirte de lo que te salga de la punta de la nariz. Si me dicen ''Jaja mira esa, vestida de Slash'' yo les diré ''¿Y tu que? Vestido de un dibujo con los ojos irreales''.
Y esta es mi crónica de hoy. Buenos días, Amalia.